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Innovación y Prevención contra el SUH: Un enfoque interdisciplinario desde el IFIBIO Houssay

Brote de SUH - Entrevista y visita al Laboratorio de Fisiopatogenia del Instituto de Fisiología y Biofísica Bernardo Houssay (IFIBIO Houssay) de doble dependencia UBA-CONICET.

#CienciaEnLaUBA Brote de SUH – Entrevista y visita al Laboratorio de Fisiopatogenia del Instituto de Fisiología y Biofísica Bernardo Houssay (IFIBIO Houssay) de doble dependencia UBA-CONICET

Exploramos el trabajo pionero del Laboratorio de Fisiopatogenia en la lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), una enfermedad que afecta principalmente a niños y se intensifica en verano. A través de una entrevista con destacados investigadores, descubrimos las estrategias de prevención y las líneas de investigación actuales que buscan soluciones interdisciplinarias a esta problemática endémica en Argentina.

Nos reunimos con las responsables del laboratorio de Fisiopatogenia, las Dras. Maria Marta Amaral y Flavia Sacerdoti, con el investigador Wanderson Marques Da Silva, los estudiantes de doctorado Lic.Fernando Gomez y Mag.Daniel Girón, y con la Dra. Cristina Ibarra, de destacada trayectoria en la investigación sobre el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) y fundadora del laboratorio.


El laboratorio es pionero en la investigación sobre esta enfermedad que vuelve todos los años a la primera plana de la discusión pública. El SUH es una enfermedad que afecta principalmente a niños a causa de la infección con la bacteria Escherichia coli productor de toxina Shiga (STEC). 


La infección se produce por la ingesta de la bacteria en carne mal cocida, productos lácteos no pasteurizados, agua y vegetales contaminados, o por contacto directo con animales de granja o por transmisión de persona a persona a través de la vía fecal-oral. El SUH se desencadena cuando, luego de la infección, la bacteria libera la toxina Shiga y ésta pasa a la circulación sanguínea y daña principalmente al riñón. Algunos casos más graves tienen compromiso del sistema nervioso central, lo que complica el cuadro clínico.


Los y las investigadoras nos contaron sobre cómo se producen los brotes de esta enfermedad, como se puede prevenir y en qué líneas de investigación están trabajando en el laboratorio en búsqueda de una solución desde una perspectiva interdisciplinaria. 


¿Por qué se producen más casos de SUH en verano?

 En nuestro país, el SUH es endémico, es decir que se registran casos durante todo el año y especialmente en los meses de verano. Esto puede deberse a que las bacterias se reproducen más fácilmente a temperaturas mayores a 20°C y es más fácil, por lo tanto la contaminación de alimentos y agua, el uso más frecuente de piletas de natación cuya agua no está adecuadamente clorada. Beber agua de manantiales que también puede estar contaminada, comer hamburguesas mal cocidas o embutidos en donde se ha descrito la presencia de la bacteria, como por ejemplo en chorizos y morcillas.


¿Qué se puede hacer para prevenir la enfermedad?

Es muy importante el adecuado lavado de manos y de las verduras. La correcta manipulación de los alimentos. Por ejemplo, no se debe cortar la carne cruda en la misma superficie en la que se cortan verduras que se van a consumir crudas (contaminación cruzada), evitar el consumo de alimentos no pasteurizados o que no tengan control bromatológico. En Argentina, tenemos la mayor incidencia de SUH en el mundo, con más de 350 nuevos casos por año. Uruguay tiene menos de 100, por lo tanto, la alta incidencia en nuestro país no puede deberse solamente a que somos un país que consume mucha carne. Hay otras cuestiones relacionadas, además de la manipulación y controles en los frigoríficos y carnicerías, que tiene que ver con la diseminación de la bacteria en el medio ambiente, las cepas que circulan en nuestro país, los hábitos y costumbres alimenticias, cuestiones inmunológicas de las personas, entre otras variables. Esto hace que la causa de que Argentina tenga la mayor incidencia de SUH en el mundo, sea, probablemente una cuestión multivariable.


A parte de las medidas de prevención que ayudan a controlar la diseminación y contagios, no disponemos al día de hoy, de algún  método o tratamiento específico, para evitar ni para tratar la infección por STEC o el desarrollo de SUH.



¿La bacteria no se transmite solo por el consumo de carne mal cocida?
Los métodos que se utilizan para la faena en frigoríficos hacen que la carne entre en contacto con la materia fecal. Por eso es fundamental que la cocción de la carne sea adecuada. Hay que evitar que los chicos consuman carne picada, hamburguesas, empanadas de carne, salsa bolognesa, pastel de papas, o a lo sumo, asegurar su adecuada cocción en el interior (que supere los 80°C). Esto es importante para los chicos menores de 5 años que son los más afectados por el SUH. Además, los vegetales se pueden contaminar con la bacteria a través del riego con aguas no sanitizadas. El ganado bovino es el principal reservorio de esta bacteria intestinal, que a través de su materia fecal, lo disemina al medio ambiente, y así pueden contaminarse, ríos y afluentes que contribuyen a la diseminación de STEC. 


A los chicos hay que indicarles cómo lavarse bien las manos, sobre todo, luego de haber ido al baño o haber estado en contacto con animales de granja. Una particularidad de esta enfermedad, es que un niño se puede infectar con una cantidad de bacterias muy pequeña, alrededor de 100 bacterias por gramo de alimento, es muy muy poquito pero suficiente para desarrollar la infección. Esta puede comenzar con dolor abdominal, vómitos, diarrea acuosa, que puede progresar a diarrea con sangre y es en esa instancia en la cual los padres suelen consultar al médico.


Es decir, que los chicos llegan a la consulta cuando ya están con la diarrea sanguinolenta y en muchos casos, ya es tarde, porque una vez que la diarrea tiene sangre quiere decir que la toxina ya atravesó la barrera intestinal y está en circulación. En circulación es donde la toxina se dirige a los órganos blancos, principalmente riñón y sistema nervioso central y en consecuencia puede desarrollarse el SUH en un 15% de las infecciones por STEC.  


Lo ideal sería llegar más a tiempo a los hospitales para iniciar la terapia de sostén del paciente lo más temprano posible, como así también realizar intervenciones en los convivientes del paciente para reducir la diseminación bacteriana.


¿Existen tratamientos o curas para el SUH?
Esta enfermedad no cuenta ni con una vacuna ni con un tratamiento específico, ni tampoco con métodos de diagnóstico que sean rápidos. Hay métodos rápidos, pero no son del todo eficientes. El daño renal agudo, característica del SUH, puede revertirse, pero entre un 30-40% de los casos puede evolucionar a enfermedad renal crónica y más adelante, requerir un trasplante renal.


¿En qué está trabajando el Laboratorio?
En el laboratorio trabajamos diferentes líneas de investigación que tratan de responder, por un lado, cómo se desarrolla la enfermedad y qué efectos tiene la toxina en los humanos. Además, estamos desarrollando técnicas de laboratorio que puedan ser más rápidas para ayudar al diagnóstico médico temprano. 

También, tenemos líneas de investigación que intentan dar respuesta a posibles tratamientos y estrategias de prevención del SUH, mediante administración de anticuerpos acoplados a nanopartículas, y fármacos que son inhibidores de la acción de la toxina. 


En cuanto a la prevención, junto con la asociación LuSUH, en el marco de un proyecto de investigación, dimos charlas formativas al personal que trabaja en jardines de infantes. En este contexto, hicimos un trabajo en el personal adulto de jardines de infantes, con subsidios de la Universidad de Buenos Aires y otros del CIN, con la Universidad de Lanús, la de Quilmes y con la de San Martín. 


Esos estudios están publicados y mostraron la presencia de anticuerpos contra un antígeno de la bacteria, lo que demuestra que la bacteria puede estar presente en el intestino de las personas sin que las mismas exhiban sintomatología de la infección. Además, hace unos años comenzamos  a producir experimentalmente un calostro que contiene anticuerpos contra la bacteria y la toxina (hiperinmune) como un posible bioproducto, que pueda ayudar al control de la bacteria en los bovinos.


Nuestro grupo, trabaja en forma interdisciplinaria con médicos, bioquímicos, biólogos, veterinarios, sociólogos, informáticos, para tratar de dar respuesta a las preguntas de una manera más integral. 



¿Qué consideran que se debería hacer?
Esta enfermedad la estudiamos hace muchos años y, aun así, hay muchas cuestiones de difícil solución. Al día de hoy no tenemos herramientas específicas que puedan contener y tratar el SUH. Lo que se está tratando de instaurar es el abordaje desde UNA Salud. No sólo considerando al humano, sino en conjunto: ambiente, animales y humanos, con el propósito de tratar de dar una respuesta más integral a esta problemática que es compleja. Necesitamos seguir poniendo en agenda estas cuestiones, informar, divulgar y dar a conocer esta enfermedad junto con otras de transmisión alimentaria. Asimismo, es importante disponer de recursos que permitan desarrollar elementos, que desde la ciencia y la investigación pueden dar respuestas a preguntas que aún no resolvimos.


Estos trabajos son una muestra de los esfuerzos que realiza la comunidad de investigadores e investigadoras de la UBA para buscar soluciones a los grandes problemas que enfrenta nuestro país desde el conocimiento científico y el trabajo interdisciplinario en colaboración con otras agencias e institutos.


Hacemos #CienciaEnLaUBA.