Desde la Secretaría de Ciencia y Tecnología queremos contarles acerca de un importante avance en el campo de la oncología que se desarrolló en el en el Instituto de Investigaciones Biomédicas (INBIOMED) de doble dependencia UBA-CONICET que tiene sede en la Facultad de Ciencias Médicas. En colaboración con colegas de España, nuestro equipo de investigacion desarrolló una terapia génica experimental que podría constituir –si futuros estudios lo confirman- una estrategia terapéutica para mejorar la respuesta del cáncer de mama al tratamiento estándar (quimioterapia e inmunoterapia).
El avance, que se describe en la revista Viruses, recibió el “Premio Bienal Florencio Fiorini en Cáncer 2023”. El tema de esta distinción – otorgada por la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer y la Fundación Florencio Fiorini – para el presente año es “Investigación Básica en Cáncer Humano y Experimental”.
El laboratorio, el equipo de Marianela Candolfi, en el INBIOMED demostraron en estudios in vitro y preclínicos que una proteína llamada Foxp3 es intrínseca a las células del cáncer de mama y que juega un papel importante en la patogenia de esta enfermedad mediante su capacidad para inhibir la inmunidad antitumoral y generar mayor resistencia a la quimioterapia.
La terapia génica, consiste en el diseño de un “vehículo” constituido por adenovirus modificados genéticamente que no infectan y pueden expresar al interior de las células tumorales de mama una molécula, llamada p60, con capacidad para inhibir a la proteína Foxp3.
La supresión de Foxp3 también mejoró el desempeño de drogas quimioterapéuticas contra el tumor.
La terapia génica, aplicada en estudios in vitro e in vivo (en ratones), se realizó en colaboración con los grupos de Flavia Zanetti en el Instituto de Ciencia y Tecnología Dr. Cesar Milstein (ICT Milstein), y de Juan José Lasarte, de la Universidad de Navarra, España.
Considerando que el cáncer de mama engloba a tumores de características moleculares muy diferentes, cada subtipo de tumor tiene tratamientos específicos. En los estadios muy iniciales de la enfermedad, las pacientes acceden a la remoción quirúrgica del tumor y reciben radioterapia.
Las pacientes con tumores que expresan receptores hormonales o la molécula HER2 acceden adicionalmente a terapias hormonales específicas y anticuerpos monoclonales contra HER2. Sin embargo, los tumores triple negativos, que no expresan receptores de estrógeno y progesterona, ni HER2, no tienen tratamientos específicos y reciben quimioterapia, con distintos grados de éxito.
Por otra parte, algunas pacientes reciben anticuerpos que inhiben los puntos de control inmunológico para combatir la inmunosupresión generada por el tumor. Ahora estamos profundizando los estudios preclínicos para recabar más información y evaluar la seguridad y eficacia de los tratamientos combinados, es decir, administrar la terapia génica de manera combinada con quimioterapia e inmunoterapia para reducir la quimioresistencia y la inmunosupresión en el tumor. Si sale todo bien en esta etapa, que demandaría unos cuatro años, el siguiente paso sería la realización de ensayos clínicos. ″. Este avance es un claro ejemplo de cómo la investigación en ciencia y tecnología, impulsada desde la Universidad Pública, contribuye de manera significativa a la mejora de la salud y calidad de vida de la sociedad en su conjunto. Es un testimonio del valor y el potencial que reside en las instituciones académicas y científicas de nuestro país.