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Día Nacional del Agua 2022

Con motivo del Día Nacional del Agua, desde la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad de Buenos Aires compartimos la entrevista realizada a la doctora Alejandra Volpedo, coordinadora de la Maestría en Gestión del Agua en la Facultad de Ciencias Veterinarias e integrante del Programa Interdisciplinario para el Cambio Climático (PIUBACC). La doctora Volpedo nos describe las formas de abordar el estudio de los problemas hídricos desde nuestra Universidad. 


En primer lugar, nos gustaría preguntarte por tu trayectoria, ¿Cómo llegaste a coordinar la Maestría en Gestión del Agua?  


Soy  Profesora de la UBA  e Investigadora Principal de CONICET. Desde 2002, trabajo en la Facultad de Ciencias Veterinarias donde hice mi Posdoctorado en el Centro de Estudios Transdisciplinarios del Agua (CETA, UBA) que es un Instituto de Investigaciones de la UBA. En el CETA, la Dra. Alicia Fernández Cirellli creó la Maestría en Gestión del AGUA (MGA), la cual comenzó a dictarse en 2004 y, desde ese momento, me desempeño como coordinadora. La maestría fue acreditada dos veces por la CONEAU (2012 y 2019) y en ambas oportunidades obtuvo la máxima calificación A.     


– En base a los objetivos trazados de la maestría, ¿Cuál es la formación a la que apunta?  


La Maestría en Gestión del Agua tiene carácter interdisciplinario y multiprofesional, y está dirigida a ingenieros (civiles, industriales, mecánicos, agrónomos, forestales, químicos, etc.), geólogos, geógrafos, biólogos y graduados de otras ramas de las ciencias (meteorólogos, hidrogeólogos, edafológos, etc.), profesionales de la salud (veterinarios, bioquímicos, médicos), así como egresados de carreras humanísticas (abogacía, ciencias económicas, ciencias sociales y de la educación, diplomáticos, etc.).  La formación que aporta se puede resumir en: 

  • Formación académica-profesional de posgrado de máximo nivel.
  • Formación con metodología científica para el desempeño académico y/o profesional y para el desarrollo de actividades de investigación. 
  • Conocimiento y habilidad para el diagnóstico, análisis y solución de problemas presentes y emergentes en el campo de los recursos hídricos.
  • Capacitación para interpretar el conjunto de dimensiones del conocimiento, las tecnologías e instrumentos que se requieren para adquirir una visión holística de la compleja problemática del agua. 
  • Aptitud para la inserción profesional en el campo específico de los recursos hídricos, tanto en el ámbito privado como en el público, docencia universitaria, investigación y en la gestión de los recursos hídricos a nivel municipal, provincial y /o nacional. 
  • Aptitud para utilizar los adelantos científicos-tecnológicos dentro del sistema de los recursos hídricos con especial énfasis en la producción agropecuaria. 


– ¿Cómo se vinculan los graduados de la maestría con la problemática ambiental?  


La MGA ha tenido a lo largo de su desarrollo más de 90 graduados que han desarrollado sus tesis  en diferentes temáticas asociadas al agua,  desde aspectos de calidad y uso de agua, disponibilidad del agua,  medidas de tratamientos de efluentes, propuestas de manejo del recurso para diferentes ambientes y jurisdicciones, conservación de recursos acuáticos, agua en producción animal, elaboración de humedales construidos para efluentes, aspectos del cambio climático sobre los recursos acuáticos, revisiones normativas provinciales sobre el agua, aspectos económicos; la participación social en los conflictos del agua, entre otros temas. 

Los graduados de la MGA se desempeñan en organismos gubernamentales de nuestro país y también del extranjero aplicando los conocimientos adquiridos en el posgrado.  La temática del agua es una de las temáticas ambientales más importantes y por eso es transversal en todos los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de Naciones Unidas. Es algo clave para el desarrollo de los países, y para garantizar la salud de la población  


– ¿Cuáles son los principales desafíos en gestión de recursos hídricos que enfrenta nuestro país?  


Argentina posee gran heterogeneidad en relación a la disponibilidad de agua. Las tres cuartas partes de su territorio continental poseen diferente grado de escasez hídrica, concentrándose el agua en la región de la Cuenca del Plata. Además tenemos en diferentes áreas diferentes acuíferos. Esta heterogeneidad en la disponibilidad de agua, sumada a las diferentes calidades que posee en todos los cuerpos de agua, genera una amplia complejidad para manejar y gestionar este recurso.  El agua es fundamental para el desarrollo de todas las actividades, así como la manutención y conservación de los servicios ecosistémicos de muchos humedales y su biota,  el desarrollo de las actividades humanas (agropecuarias, industriales, etc) y la salud.  Además existen eventos climáticos como inundaciones y sequías extremas que hacen aún más difícil la gestión del recurso del agua. 


– ¿Cómo contribuye el PIUBACC al desarrollo de conocimientos interdisciplinarios relacionados con las problemáticas de gestión del agua?  


Desde su creación, el PIUBACC ha considerado siempre la problemática del agua y los recursos acuáticos en relación al cambio climático, en el marco de diferentes proyectos. En dichos proyectos se propusieron diferentes modelos, herramientas metodológicas y alternativas que pueden ser utilizadas como insumos en la generación de políticas públicas en la temática. También se ha fortalecido la capacitación de grado y posgrado de estas temáticas en la UBA, así como la transferencia de estos conocimientos a toda la comunidad a través de acciones directas en el territorio.   


– ¿Existe una perspectiva ambiental en el manejo de los recursos hídricos en nuestro país?  


El manejo de los recursos acuáticos está indisolublemente ligado a la perspectiva ambiental.  Los ámbitos gubernamentales han incorporado en gran medida la mirada de la gestión integrada del agua y existen comités de cuentas en muchas regiones. Sin embargo, los esfuerzos deben  incrementarse para garantizar que a lo largo de todo el territorio todas las personas tengan acceso al agua en calidad y cantidad adecuadas, y que las actividades humanas sean amigables con el ambiente para garantizar que las próximas generaciones también cuenten con este recurso vital.