La UBA inauguró un nuevo instituto de investigaciones en microbiología

La Universidad de Buenos Aires (UBA) inauguró un nuevo instituto de investigaciones en microbiología con financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, junto al Instituto de Investigaciones en Microbiología y Parasitología Médica (IMPaM) de la Universidad de Buenos Aires, en alianza estratégica con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas en la Facultad de Medicina.

El monto total de financiamiento fue de 34 millones de pesos, de los cuales la Agencia I+D+i aportó 14 millones en el marco del instrumento PICT Salto Institucional. El evento estuvo a cargo de Daniela Centrón, directora del IMPaM.

Vale destacar que el proyecto nuclea a más de 20 investigadoras/es, y participan en la propuesta de salto institucional 6 laboratorios del IMPAM y además 20 institutos del resto del país, que podrán utilizar esta tecnología.

La reciente adquisición, sin precedentes en el país, representa un avance tecnológico significativo al incorporar controles de calidad que hasta ahora resultaban inaccesibles para el seguimiento de nanopartículas (puede detectar partículas a escala nanométrica y las puede cuantificar y medir su tamaño). Este paso adelante revela la oportunidad de mejorar las capacidades en el ámbito del equipamiento tecnológico a nivel nacional.

En el IMPaM cuentan con experiencia en el estudio básico de tratamientos con base celular, y la ejecución del proyecto permitirá continuar con la formación de becarios doctorales y posdoctorales que se podrán capacitar en tecnologías de última generación aplicables al estudio de vesículas extracelulares y al desarrollo de formulaciones nanoterapéuticas, que contribuirán al diagnóstico y la terapia de enfermedades endémicas desatendidas.

El nuevo equipo ampliará el campo del estudio racional de estrategias terapéuticas, más aún teniendo en cuenta que las terapias celulares que han sido aprobadas por la FDA, mayoritariamente contra el cáncer, son de difícil ejecución y costosas.

El desarrollo de estas terapias tendrá importancia tanto en salud humana como animal. También tendrá uso en el caso de la enfermedad de chagas, para el desarrollo de nuevas terapias nanomoleculares y/o no celulares.