Energía “verde”: hidrógeno, el combustible del futuro que ya llegó

El hidrógeno verde se ha convertido en un tema crucial para la Región, el país y el mundo, ofreciendo una vía hacia un futuro más limpio y sostenible. En Argentina, por caso, se impulsa una agenda de debate y producción de conocimiento para la construcción de una Estrategia Nacional de Hidrógeno bajo en emisiones 2030. Este proyecto busca articular la colaboración público-privada y el diálogo estratégico entre industrias y el sector científico-tecnológico. El objetivo es desarrollar la economía del hidrógeno, aprovechando el potencial del país.

En los últimos años se ha firmado un convenio para un ambicioso proyecto de hidrógeno verde. De hecho, se espera una inversión de 8.400 millones de dólares para producir aproximadamente 2,2 millones de toneladas anuales de hidrógeno verde hacia el año 2030. Este proyecto no solo contribuirá a la sustentabilidad, sino también generará 15.500 puestos de trabajo directos y 40.000 indirectos.

La compañía australiana Fortescue está liderando un proyecto para la producción de hidrógeno verde a gran escala en Argentina. Este proyecto incluye la instalación de un nuevo parque eólico y la construcción de un puerto en la provincia de Río Negro. Esta iniciativa promete ser un hito en la transición hacia una matriz energética más limpia.

Las autoridades del área de energía han difundido un proyecto que busca eficientizar el uso de energía, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y desarrollar el “hidrógeno verde”. Estos siete objetivos están alineados con la visión de un futuro más sustentable y resiliente para Argentina.

En resumen, el hidrógeno verde representa una oportunidad para la Argentina, no solo desde el punto de vista económico, sino también como un paso crucial hacia la protección de nuestro planeta.

A NIVEL MUNDIAL

En la región de Lorena, ubicada en el este de Francia, se ha producido un hito significativo en la búsqueda de fuentes de energía más limpias. Recientemente, un equipo de científicos exploró las profundidades del suelo rocoso, específicamente en una antigua zona minera de carbón cerca de la frontera franco-alemana. Durante esta expedición, utilizando una pequeña sonda, hicieron un descubrimiento sorprendente: burbujas de hidrógeno blanco, conocido por ser un combustible de combustión sumamente ecológico.

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El equipo, encabezado por los científicos Jacques Pironon y Philippe de Donato, ambos miembros del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, ha generado gran expectación en el país galo, que ha manifestado su compromiso de liderar la transición europea hacia el hidrógeno limpio.

Aunque este hallazgo plantea interrogantes sobre su magnitud y la eficiencia en su extracción, se suma a una serie de pistas globales que indican que el hidrógeno natural podría ser una fuente de energía subyacente y promisoria.

A nivel mundial, gobiernos y empresas han dirigido su mirada hacia el hidrógeno como una pieza clave en la lucha contra el cambio climático. Se ha generado una industria multimillonaria respaldada por inversiones privadas y subsidios, con la intención de reemplazar los combustibles fósiles en diversos sectores, desde fábricas hasta vehículos, con el objetivo de reducir de manera significativa las emisiones de gases de efecto invernadero.

La producción comercial de hidrógeno tradicionalmente ha implicado la división del agua en hidrógeno y oxígeno, una tarea energéticamente intensiva que, cuando se realiza utilizando combustibles fósiles, genera emisiones de gases de efecto invernadero, produciendo lo que se conoce como hidrógeno gris. Aunque utilizar electricidad renovable para producir hidrógeno verde es más limpio, también es más costoso.

El hidrógeno natural, también denominado hidrógeno blanco por su pureza, podría cambiar este paradigma. Se genera de manera continua cuando el agua caliente se encuentra con rocas ricas en hierro. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, incluso una pequeña fracción de estos depósitos podría proporcionar energía limpia durante siglos.

En Lorena, los científicos estiman que entre 46 y 260 millones de toneladas métricas de hidrógeno natural podrían encontrarse bajo las antiguas minas de carbón, abandonadas en la década de 1970 con la transición francesa a la energía nuclear. En comparación, la producción anual mundial de hidrógeno ronda los 70 millones de toneladas métricas.

Descubrimientos similares se han registrado en Estados Unidos, Australia, África, Rusia y Europa, sugiriendo que el hidrógeno natural podría ser más común de lo anticipado. A pesar de hallazgos previos de hidrógeno durante perforaciones petroleras, la baja demanda histórica llevó a ignorar estas fuentes potenciales.

Uno de los prototipos de la automotriz japonesa / Web

La historia del hidrógeno blanco, inicialmente subestimado hasta un descubrimiento accidental en Mali en 1987, destaca cómo la búsqueda de energía ha evolucionado. En Bourakébougou, un pequeño pueblo maliense, un pozo de agua encendido reveló hidrógeno natural, ahora utilizado para alimentar tiendas y hogares.

Empresas como Française De l’Énergie, especializada en capturar gas metano y convertirlo en energía limpia, ahora intensificarán esfuerzos para explorar y extraer hidrógeno blanco en colaboración con científicos como Pironon y De Donato.

La incertidumbre persiste sobre la viabilidad económica y la disponibilidad real de este tesoro energético. Grandes petroleras como TotalEnergies observan cautelosas, esperando el desarrollo de los acontecimientos.

El costo es otro factor crítico. Aunque Estados Unidos y Europa destinan fondos para el hidrógeno verde, nada se asigna a la producción de hidrógeno blanco.

Empresas como Helios Aragón en España buscan igualar o superar este precio, mostrando la competencia en este nuevo mercado. Europa, por su parte, construye una red de oleoductos para transportar hidrógeno a fábricas y estaciones de combustible.

En Río Negro se instalará un millonario proyecto de energía sustentable

En Lorena, las próximas perforaciones con una sonda avanzada buscarán confirmar la magnitud del tesoro de hidrógeno y extraerlo para 2027 o 2028. Pironon y De Donato, entusiasmados, sugieren que podríamos tener una fábrica de hidrógeno real bajo nuestros pies, desatando una emoción genuina por el potencial de esta fuente de energía limpia.

UN EJEMPLO COMPETITIVO

En un hito histórico para la industria automotriz, a fines del pasado mes de febrero, un prototipo de Toyota GR Corolla propulsado por hidrógeno líquido participó en pruebas de la serie Super Taikyu en el Circuito de Fuji, en Oyama, Shizuoka (Japón). Este acontecimiento marcó la primera vez que un vehículo de un fabricante, propulsado por hidrógeno líquido, pisó un circuito de competición, presentando una innovación significativa.

Mientras que los modelos GR Corolla anteriores utilizaban hidrógeno gaseoso en competiciones de la Super Taikyu, las recientes pruebas con hidrógeno líquido iniciadas en 2021 representan un avance notable. En esta ocasión, el vehículo participó en tres sesiones, enfrentándose a condiciones de competición reales, como compartir la pista con otros automóviles y la necesidad de recargar combustible en momentos estratégicos.

Masahiro Sasaki, el piloto al volante, describió el desafío al señalar: “Estamos luchando por hacer posible un futuro para el motor de combustión interna, explorando una tecnología considerada inviable para los automóviles, en el terreno ignoto de los -253°C. Aunque hay obstáculos por superar, al igual que con el hidrógeno gaseoso, esperamos que el desarrollo logrado en los circuitos se refleje en los automóviles de uso cotidiano”.

Se busca eficientizar el uso de fuentes y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

Con el desarrollo en marcha, el equipo tiene como objetivo competir en la temporada 2023 de la serie Super Taikyu, que inicia este mes, con el propósito de expandir las opciones de combustible en busca de una sociedad neutra en carbono.

En marzo de 2022, durante la ronda inaugural de la Super Taikyu en el Circuito de Suzuka, Toyota anunció el inicio del desarrollo de un vehículo propulsado por hidrógeno líquido. Posteriormente, en la segunda carrera en el Circuito de Fuji, el equipo presentó un sistema a bordo y una estación móvil de hidrógeno líquido.

El desarrollo continuó con pruebas y homologación de depósitos de hidrógeno líquido, culminando en octubre con la primera carga exitosa del vehículo. Desde noviembre, el equipo ha llevado a cabo sesiones en pista para perfeccionar el sistema de hidrógeno líquido y preparar el vehículo para la competición en 2023.

Una de las ventajas del hidrógeno líquido es su mayor densidad energética por unidad de volumen en comparación con el hidrógeno gaseoso. La licuación del hidrógeno también facilita la creación de depósitos con formas más flexibles, mejorando la estructura del vehículo al no requerir presurización.

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Además, el proceso de licuación abre la posibilidad de estaciones móviles de hidrógeno más compactas y eficientes, reduciendo el impacto ambiental y permitiendo el repostaje en zonas estratégicas como la de boxes, similar a los vehículos de gasolina.

Toyota enfrentará desafíos técnicos como mantener la temperatura extremadamente baja durante el repostaje y el almacenamiento, mientras acelera el desarrollo tecnológico para hacer realidad los vehículos propulsados por hidrógeno líquido en un futuro cercano.